Finalmente, volvió. Y volvió bien, como si nada. El viernes a la mañana, muy temprano, me llamó para decirme que estaba acá, y que esa noche quería verme sí o sí. Que si yo no trabajaba hacíamos plan, y si trabajaba me iba a visitar al Roxy.

Trabajé, claro. Y en un momento de la noche, un compañero me dice "Zahira, te llaman". Miro, a la otra punta de la barra, y ahí estaba: Auténtico, haciendo el ridículo, con una remera de Heineken con luces verdes que se encendían al ritmo de la música. Se plantó buena parte de la noche en la barra, haciéndome reír mucho, no dejándome trabajar en lo mas mínimo, persiguiendo a los clientes con el propinero para que me dejen propina.

A las siete de la mañana nos fuimos. Pasamos una mañana increíble donde me reí mucho, y también la pasé muy bien a otro nivel. Y el sábado entero dormimos juntos, muy pegados, muy abrazados, muy enredados.  Le confesé que era mujer de un solo hombre, y él me confesó que tenía la misma política. Nos levantamos recién a las diez de la noche, cuando nos bañamos juntos, y me llevó nuevamente a trabajar.

Estoy tranquila, y muy contenta. Sé que algo encontré en él. Todavía no sé qué.-


Dormí todo el día. El período y una incipiente gripe me sacaron las fuerzas. Y recién, distraída y adormilada, abro los mails y sin ver el remitente siquiera, abro un mail de Auténtico. Un mail "todo bien", un mail como si nada, donde reconoce su desaparición pero la justifica diciendo que fue así con todo el mundo.

Cito, como frase compradora, "te extraño mucho, para peor ayer soñé con vos...al menos así te puedo tener cerca". Y "espero que disculpes mi incomunicación, no se debe a mas que la dificultad de poder conseguir una PC, tiempo e internet para escribir....". Vaaaaaaaaamos Auténtico, ¡que estás en EEUU! ¿No hay PCS en Miami? Te juro que pensaba otra cosa..

Más allá de la credibilidad o no de este mail, lo que muestra es lo siguiente: Auténtico quiso dejar en claro que pese a que haya estado haciendo lo que sea en Miami (que no quiero ni enterarme), a su regreso espera que lo reciba con los brazos abiertos, que todo esté ok y que no hayan reproches.

Lo odio. También lo quiero un poquito.. ¡que fácil que soy de comprar!.-
La cita del domingo fue una cita como corresponde. Etiqueta Roja fue divino. Fuimos al cine y a comer. Me resultó súper atento, todo el tiempo preguntando ¿cenaste? ¿querés cenar? ¿querés coca? ¿querés golosinas? ¿querés pochoclos?, abriéndome la puerta, dejándome pasar primero, me busco por casa y también me trajo de vuelta. Es oriundo de San Nicolás, casi ingeniero y tiene una pequeña empresa. Sería un buen partido.

Pero..

.. no es Auténtico.

Así que llegado el momento en el que me dejó en casa, me hice la desentendida a la hora del beso, le dije que me había divertido mucho, enfilé al cachete, y me bajé del auto. Él asumió que íbamos a volver a vernos. Yo creo que no.

Con esto no quiero decir que Auténtico sea irremplazable, ni que esté enamorada, ni que me sienta culpable. Simplemente, que nunca pude ser de esas mujeres que salen simultáneamente con varias personas. Yo, claramente, no puedo. Para mí, introducción, nudo, desenlace. Y recién ahí el próximo. Auténtico, si bien hace diez días (¿nada más? siento que pasó más tiempo) que está desaparecido, no tuvo su desenlace. No puedo, hasta no darle un fin, entregarme a conocer a nadie más. También pienso que, tal vez, esté apurándome al ponerme tan determinante y elegir darle un final, cuando, todos sabemos, es algo que no quiero. Pese a su ausencia Auténtico me gusta, y mucho.

Mañana se estaría tomando el avión de vuelta, y el jueves estará arribando a Buenos Aires.

¿Llamará al llegar?.-


Me cansé. Me harté. Me agoté. No te espero más, Auténtico. Faltan pocos días para su regreso, pero estoy tan indignada, enojada y herida en mi orgullo, que no lo espero más. Estoy abierta a su regreso y la continuidad de la relación, pero elijo no dormirme en eso.  Porque sigo siendo realista y sigo entendiendo que el señor está desaparecido.

Ayer, entonces, y con este pensamiento en la cabeza, llegué al Roxy y, después de armar la barra, le dije a una compañera, Satanito, que esa noche iba a conocer a un chico muy lindo y de él iba a conseguir una cita para el lunes.

Y apareció entonces uno de mis clientes, de esos que van todos los fines de semana, piden Etiqueta Roja o champagne con speed y dejan propina, preguntándome nervioso si hoy quería ir al cine. No dudé ni un segundo y le dije que sí. Le dejé mi teléfono. Y hoy me llamó, varias veces, hasta que me digné a responder. En menos de una hora me pasa a buscar. La premonición funcionó, solo le erré al día. No sé si estoy contenta, pero sí estoy menos tranquila.

Proclamo, como diría Satanito: Auténtico, la tenés ATRODEN.-
Ocho días de la partida de Auténtico. Aún no ha dado señales. El miércoles pasado, en un momento de cordura, aprovechando que no estaba siendo dominada por la ansiedad ni la indignación, le mandé un mail desestructurado donde le pregunté cómo le estaba yendo y le conté acerca de mis días. De más está decir que hoy, sábado, todavía espero su respuesta.

El punto es. Ocho días es bastante. No es mucho, pero es suficiente para que su ausencia de contacto me haga ruido. Los interrogantes ya formaron parte de mi vida. No la dominan, pero están ahí, aun sin respuesta. Y apareció uno nuevo, más fuerte, mas grande, mas avasallante. Un interrogante que entre gigantes signos de interrogación proclama: ¿y si no nos vemos más? Porque los viajes son así, sobre todo al comienzo de las relaciones. O te unen, o te separan. Y no quiero ser pesimista, pero no puedo dejar de ser realista. Ocho días sin novedades tiran mas para la separación que para la unión. En el supuesto caso que no pase nada, y simplemente haya colgado en una playa de Miami, tengo preparado mi reclamo (¡si seré histérica!), y reza así:

Auténtico. Pensé que en Estados Unidos habían computadoras, pero parece que no.. digo, porque ni un PUTO mail fuiste capaz de mandarme. FORRO.-


Han pasado cinco días de la partida de Auténtico, y aún no ha dado señales de vida. No llamó, no mandó mail, no mandó inbox ni muro ni carta ni postal ni señal de humo ni nada que se le parezca. Confieso estar bastante ansiosa. Encima, la pronta llegada del a veces odiado y a veces amado período no ayuda. Ataca la angustia oral y la afición por el pucho.

Todavía falta una semana para que venga. NO ME SOPORTO. Me pregunto si debería dar el paso yo, mandarle un mail preguntándole si llegó bien o como la está pasando. Pero temo pecar de impaciente, temo invadir su espacio o apurar sus tiempos. Es tan difícil entender al otro cuando todavía no lo conoces. Cuando "no tenés derecho".

Y me pregunto, ¿qué es TENER DERECHO? ¿quién lo tiene? Tantas, incontables veces, oí de mi boca o de la boca de otras mujeres la trilladísima frase "no puedo decirle nada porque no soy la novia, no tengo derecho". ¿Las novias SÍ tienen derecho? Y en tal caso, ¿qué derecho tienen? ¿con que vara se mide el derecho que rige sobre otro? Nadie debería tener derecho sobre nadie, ni siendo chonga ni siendo filita ni siendo novia ni siendo esposa. La otra persona es un ser aparte, el ÚNICO que tiene derecho sobre sí. Entonces, querida (y este querida va, sobre todo, para mí), quedate en el molde y dejá al otro ejercer. Si tiene ganas de escribirte, lo hará, está en todo su derecho. Como también lo está para no escribirte nada.

¿Y mis derechos? ¿quién vela por ellos? ¿el chongo tiene derecho de decirte que va a extrañarte, pero luego manifestar lo contrario? ¿cuán derechas estamos las mujeres, a veces, tantas veces, cuando dejamos que un hombre en nuestra vida nos tuerza tanto? Porque yo venía derechito, pasándola bien, riéndome de todos los PELOTUDOS que pululan por el mercado, hasta que aparece este señor y me desvía de mí. Entiendo, sí, que no es su culpa, sino la mía por dejarme torcer. Reconozco, también, que pongo toda mi energía en tratar de estar más relajada. Pero cuesta. Y nosotras, las mujeres, y sobre todo las mujeres histéricas, lo sabemos más que nadie.

Con estas retorcidas palabras, cargadas de interrogantes, termino mi cigarrillo y sigo preguntando, ¡¿POR QUÉ CARAJO NO LLAMA?!.-


Hace dos días que Auténtico se fue de viaje. Nos vimos el miércoles, donde tuvimos una auténtica cita con cena, tango en Almagro, y una hermosa noche de besos y abrazos. El jueves dormimos hasta tarde acurrucados uno con el otro. El viernes, me llamó antes de irse, para hablar un rato, decirme que me cuide y que me iba a extrañar. Y después se fue. Hoy es el primer día que lo extraño. Me esperan dos semanas de aire para respirar sola, sin temas de horarios, mañanas a las corridas, ni depilación.

Y acá aparece un momento recurrente en mi vida, casi un deja vu, que es EL VIAJE. El momento donde el otro se desprende de una por días, semanas o meses, en otro lugar del mundo, alejado de la cotidianidad del mensajito de texto, de la llamada telefónica, del verse cada dos o tres días. El momento donde a una le aparecen montones de preguntas. ¿Se portará bien? ¿debo portarme bien? ¿y si no me extraña? ¿y si no vuelve? ¿y si le pasa algo? ¿y si conoce a otra? ¿o se da cuenta que quiere estar solo? ¿y si al volver no quiere verme más? Interrogantes malditos que se asoman, al principio, tímidamente, luego con un poco más de confianza, y finalmente no dejan dormir. Recuerdo en mi relación anterior, que mi pareja se había ido de viaje un mes a Europa. Me llamaba todos los días, incluso varias veces por día. Se conectaba, me mandaba mails, chateábamos. Incluso me mandó postales y cartas, y volvió con un montón de regalos de cada ciudad que había visitado. Sin embargo, yo no podía dejar de llorar. Realmente la pasé muy mal, y todo lo que restó de la relación le reclamé el tiempo que me había dejado sola, que me había "abandonado". Me SENTI realmente abandonada. Y al mismo tiempo, claro está, me sentí una PELOTUDA.

En este caso las cosas son distintas. No lloro, ni voy a llorar. Tampoco me siento abandonada, y mucho menos una pelotuda. Hace poco tiempo que nos conocemos con Auténtico. Me gusta y MUCHO. Nos llevamos bien, pero no hay compromisos. Sin embargo, no puedo evitar que todos esos interrogantes ataquen momentos como éste, donde vuelvo sola del Roxy, habiéndome divertido horrores, pero sola al fin. Con ganas que me abracen, que me besen,  ganas de acurrucarme en una axila para dormir contorsionada pero plena. Y encima, el otro hijo de puta la debe estar pasando diez. ¡QUE BRONCA!

Auténtico: más te vale que me extrañes, y mucho. Acordate de mí. Y comprame algún regalo.-


 
Bueno. Retomemos esto. Mi vida frente a la aparición de un ser del sexo masculino dio un giro de 180 grados. No es que me haya cambiado la vida en todo aspecto, pero hay ciertas cosas que se complican. Como escribir todo lo que me pasa por la cabeza un día cualquiera.

Ejemplifiquemos el día de hoy. Me despierto con dos mensajes de Auténtico. Ambos los mandó después de acostarme, en el primero me preguntaba cómo me había ido en mi día, y en el segundo me preguntaba si estaba viva o me habían comido las palomas. El día, por lo pronto, empieza bien, fijando el pensamiento en "me extraña, indefectiblemente".

Mi mañana continúa, y cerca del mediodía le respondo esos mensajes, diciéndole que se evidencia que no puede vivir sin mí, a lo cual responde acerca del plan de vernos hoy. Mi cabeza registra "sí, evidentemente me extraña, y ADEMAS no puede vivir sin mí".

Apenas unos segundos más tarde, mi cara y mi estado anímico se transforman.  Frente a mi propuesta de NO hacer algo tranqui hoy (aclaremos: hace tres semanas que nuestros encuentros se limitan a que pase a buscarme, me lleve a su casa, comamos algo y durmamos juntos), me responde que el día se está complicando y que tiene que cenar con el padre, por lo cual me pasaría a buscar más tarde. Asumo, pues, que me buscará nuevamente para ir a la casa, NI SIQUIERA cenar juntos, enterrar el pinocho un rato y dormir, para mañana despertarnos sobresaltados con el despertador, salir a las corridas sin desayunar siquiera y que, con suerte, me deje en casa antes de irse a nadar, trabajar, hacerse una ergometría, o cualquier otra extravagancia que se le ocurra. Obviamente, pienso "capaz me extrañe, pero capaz también me vea por obligación, Auténtico y la rep.. madre que te parió".

Las siguientes horas transcurren de la siguiente forma: post en el Facebook de mi malhumor, debates telefónicos con amigas, debates cibernéticos con un primo en San Nicolás, un amigo en Canadá, más amigas, conocidos, seguidores de este señor que altera mi existencia e intriga a algunos cuantos, incluyéndome, con el desenlace.

Finalmente, o casi, luego de unas horas y unas cuantas cagadas a pedos, bajo un cambio y me resigno a que, tal vez, no nos veamos. O si nos vemos, tenga que conformarme con dormir con él nada más, porque trabaja, porque tiene que cenar con el padre, porque en unos días se va de viaje por dos semanas, porque tal vez soy demasiado pretenciosa. Y le digo, entonces, que si se le pasó el pánico me avise cuando resuelva como va a manejar su día.

Acaba de llegarme un mensaje suyo, mientras escribo esto, mientras escucho boleros de Pablo Milanés. Aún no sé que dice. Veamos. ¿Que me dice? Me dice que listo. Que pasó la cena con el padre para mañana. Que las cosas van tomando color. Y me pregunta, para rematarlo, qué tengo ganas de hacer.

No sé si quererlo o si enojarme por ser el bueno de la película, y yo la histérica pretenciosa que no cede nada y que nada le alcanza. En conclusión: las mujeres somos un torrente de emociones que ustedes, hombres, pueden desatar en tan solo segundos, con una frase y hasta con solo una palabra.

La verdad, ¡NO LOS SOPORTO!.-
Para todos aquellos que decían que, evidentemente, el señorito tenía un problema: ayer fui a la casa de Auténtico y CONCRETAMOS. ¡Al fin, nene! Y problemas, no tiene. Confesó que le costaba mucho sentirse cómodo con una persona que estaba conociendo. Pero le puso mucha, mucha onda.
¡Qué cagada! La estaba pasando tan bien sola, y aparece este pibe que me gusta tanto, tanto, tantísimo. Era obvio.-