Llegué, entonces, a la tan temida y, para mí, desconocida etapa en la que me encuentro. Esa que, a causa de la forma ansiosa en que encaré mis anteriores relaciones, nunca me tocó atravesar. Pero hoy, un diez por ciento por mí, y un noventa por el otro, me encuentro acá. Se preguntaran, ¿donde es acá? Bueno, acá es en el medio. Sí. EN EL MEDIO.

Se preguntarán también en el medio de donde. Respondo, entonces, en el medio de ser minita y ser novia. Porque hace rato que dejé de ser minita con Auténtico, como hace rato que Auténtico dejó de ser "un flaco". Mi gente sabe quién es. Tal vez no todos sepan su nombre, pero todos conocen la historia, y todos, en algún momento de las charlas de msn o de los mates me preguntan "¿y con Auténtico como andan?". Nos vemos dos o tres veces por semana. Dormimos juntos, ya no tratando de encontrar la forma, sino encastrando perfectamente un cuerpo con el otro. Conocemos los nombres y las historias de nuestros amigos, de nuestros hermanos y de nuestros sobrinos.  Nos decimos sin cautela que nos extrañamos o que queremos vernos. Todas esas cosas, que con una minita o con un flaco no pasan.

Pero faltan otras cosas. Cosas que nos alejan de ser novios pero nos acercan a ser equis. Todavía hay ciertos manejos cuidadosos que tenemos. Nada de "te quiero". Nada de reclamos ni de exigencias. No compartimos familias ni amigos, más que anecdóticamente. Y sobre todo, no tenemos el título que amerita a que todo eso que todavía da miedo deje de darlo. Sin embargo, esta mañana, y a modo de señal, dejé mi cepillo de dientes en su casa. Accidentalmente, claro. Para ver que pasa. Si se asusta, si lo toma naturalmente, si me lo devuelve o se hace el desentendido. Y esperando, como cualquier chonga que se sienta enganchada, la tan ansiada pregunta, esa que se responde con una sonrisa, con un beso cariñoso y ojos vidriosos. Esa que luego, será comentada con amigas y compañeras de trabajo. Esa que abrirá las puertas a situarse en otro lugar, más relajado seguro, y siempre determinante.

Auténtico, ¿para cuándo el "querés ser mi novia"?.-

6 comentarios:

  1. Siiii??? esperas esa pregunta??? jaja...me da ternura, jajaja es casi como infantil... no creo q aparezca como propuesta...al menos a mi nunca me paso... creo que es algo que se va dando x sentado con el tiempo...y ojo, porque pasa casi sin darte cuenta...

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  2. ¡A mi siempre me lo preguntaron! Y me parece una pregunta exquisita. Da ternura, sí, pero tambien, cuando estás enganchada, da mucha felicidad. Y yo, evidentemente, enganchada estoy.-

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  3. Paciencia? jajaja yo no la tengo para esas cosas tampoco. Esperemos la respuesta a la señal del cepillo (guiño guiño)

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  4. Mi paciencia caduca a los dos meses. Y ya los superamos..

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  5. vos te morís de ganas y a mi me da un panicatack de la p..madre, NO a ese tipo de preguntas!

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  6. como siempre, Zahi, exquisito relato!!! la verdad que esa etapa de transicion que describis tan bien, es tambien altamente disfrutable!

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