Hace dos días que Auténtico se fue de viaje. Nos vimos el miércoles, donde tuvimos una auténtica cita con cena, tango en Almagro, y una hermosa noche de besos y abrazos. El jueves dormimos hasta tarde acurrucados uno con el otro. El viernes, me llamó antes de irse, para hablar un rato, decirme que me cuide y que me iba a extrañar. Y después se fue. Hoy es el primer día que lo extraño. Me esperan dos semanas de aire para respirar sola, sin temas de horarios, mañanas a las corridas, ni depilación.

Y acá aparece un momento recurrente en mi vida, casi un deja vu, que es EL VIAJE. El momento donde el otro se desprende de una por días, semanas o meses, en otro lugar del mundo, alejado de la cotidianidad del mensajito de texto, de la llamada telefónica, del verse cada dos o tres días. El momento donde a una le aparecen montones de preguntas. ¿Se portará bien? ¿debo portarme bien? ¿y si no me extraña? ¿y si no vuelve? ¿y si le pasa algo? ¿y si conoce a otra? ¿o se da cuenta que quiere estar solo? ¿y si al volver no quiere verme más? Interrogantes malditos que se asoman, al principio, tímidamente, luego con un poco más de confianza, y finalmente no dejan dormir. Recuerdo en mi relación anterior, que mi pareja se había ido de viaje un mes a Europa. Me llamaba todos los días, incluso varias veces por día. Se conectaba, me mandaba mails, chateábamos. Incluso me mandó postales y cartas, y volvió con un montón de regalos de cada ciudad que había visitado. Sin embargo, yo no podía dejar de llorar. Realmente la pasé muy mal, y todo lo que restó de la relación le reclamé el tiempo que me había dejado sola, que me había "abandonado". Me SENTI realmente abandonada. Y al mismo tiempo, claro está, me sentí una PELOTUDA.

En este caso las cosas son distintas. No lloro, ni voy a llorar. Tampoco me siento abandonada, y mucho menos una pelotuda. Hace poco tiempo que nos conocemos con Auténtico. Me gusta y MUCHO. Nos llevamos bien, pero no hay compromisos. Sin embargo, no puedo evitar que todos esos interrogantes ataquen momentos como éste, donde vuelvo sola del Roxy, habiéndome divertido horrores, pero sola al fin. Con ganas que me abracen, que me besen,  ganas de acurrucarme en una axila para dormir contorsionada pero plena. Y encima, el otro hijo de puta la debe estar pasando diez. ¡QUE BRONCA!

Auténtico: más te vale que me extrañes, y mucho. Acordate de mí. Y comprame algún regalo.-

1 comentario:

  1. "¿Se portará bien? ¿debo portarme bien? ¿y si no me extraña? ¿y si no vuelve? ¿y si le pasa algo? ¿y si conoce a otra? ¿o se da cuenta que quiere estar solo? ¿y si al volver no quiere verme más?"

    Ufa! basta nena! siento q estas hablando de mi!!!
    Cuando tomamos unas cervecitas y charlamos de la vida? Ahogamos penas? vivimos mil cosas en común...

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