La cita del domingo fue una cita como corresponde. Etiqueta Roja fue divino. Fuimos al cine y a comer. Me resultó súper atento, todo el tiempo preguntando ¿cenaste? ¿querés cenar? ¿querés coca? ¿querés golosinas? ¿querés pochoclos?, abriéndome la puerta, dejándome pasar primero, me busco por casa y también me trajo de vuelta. Es oriundo de San Nicolás, casi ingeniero y tiene una pequeña empresa. Sería un buen partido.

Pero..

.. no es Auténtico.

Así que llegado el momento en el que me dejó en casa, me hice la desentendida a la hora del beso, le dije que me había divertido mucho, enfilé al cachete, y me bajé del auto. Él asumió que íbamos a volver a vernos. Yo creo que no.

Con esto no quiero decir que Auténtico sea irremplazable, ni que esté enamorada, ni que me sienta culpable. Simplemente, que nunca pude ser de esas mujeres que salen simultáneamente con varias personas. Yo, claramente, no puedo. Para mí, introducción, nudo, desenlace. Y recién ahí el próximo. Auténtico, si bien hace diez días (¿nada más? siento que pasó más tiempo) que está desaparecido, no tuvo su desenlace. No puedo, hasta no darle un fin, entregarme a conocer a nadie más. También pienso que, tal vez, esté apurándome al ponerme tan determinante y elegir darle un final, cuando, todos sabemos, es algo que no quiero. Pese a su ausencia Auténtico me gusta, y mucho.

Mañana se estaría tomando el avión de vuelta, y el jueves estará arribando a Buenos Aires.

¿Llamará al llegar?.-

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