Auténtico, finalmente, apareció. Ayer lunes a la mañana le mandé un mensaje que decía que extrañaba sus mensajitos, y si le pasaba algo. Me respondió que se había borrado mal, se había dado cuenta, pero que había estado haciendo otras cosas y que no le había dado bola al celular.  Que también me había extrañado. Ahora digo. Si tanto extrañaste, ¿cómo puede ser que no le hayas dado nada de bola al celular? Y en tal caso, ¿cómo no mandaste ningún mensaje si estabas extrañando?
No importa. A la noche me pasó a buscar, como habíamos quedado, e hicimos plan de fin de mes: cocinamos juntos, comimos, y chapamos mucho. Mucho, muchísimo. Llegamos al punto donde pasa O PASA. Y entonces, fui yo la que se dio el gusto de decir "pará". Y tuve que decirle, también, que había elegido mal momento para que pase. Simplemente, gente, ME VINO. Así que, como yo sabía, NO PASÓ. Dormimos juntos, abrazados, luego de largas sesiones de besos y cachondeo.
Abro entonces un capítulo al llamado "tomar distancia". LA DISTANCIA. Algo que a muchas mujeres nos angustia tanto, y que a casi todos los hombres pareciese no importarle. Para el hombre, la distancia es algo natural. Se da cuando se distraen jugando al futbol, a la Play, al Paintball, cuando salen con los amigos, cuando miran la tele, cuando hacen prácticamente cualquier cosa. Dejan el celular metido en la mochila, el msn en "ausente" y la cabeza en un cajón. Y durante horas, días, fines de semana enteros, se olvidan de nosotras, las chongas, las novias, las esposas. A nosotras, mujeres, eso no nos pasa. Podemos estar absortas completamente en cualquier actividad, que siempre tenemos el celular encima "por si pasa algo". Y estemos haciendo lo que sea que estemos haciendo, nunca dejaríamos pasar más de diez minutos para contestar un mensaje de ÉL.  Como en mi caso, que vivo con el celular metido en el corpiño "por si alguien se acuerda de mi". ¡Sea quien sea! Chongo, madre, amiga, compañero de trabajo, hoy duplicás, mandá TAROT al 2020. No importa. Lo que importa es, siempre, estar comunicadas.
Y acá nace otra diferencia: la comunicación. Nosotras SIEMPRE necesitamos estar comunicadas. Siempre queremos saber qué le pasa al otro, qué quiere hacer, qué siente, qué está pensando. "Hablemos". La palabra como pilar fundamental de nuestras vidas y, sobretodo, de nuestras relaciones. Mientras al pobre macho lo único que le interesa es saber que una está viva (en el mejor de los casos), y si el domingo lo vamos a dejar en paz para poder ir tranquilo a la cancha. Como ayer, anoche, cuando le dije a Auténtico por que se había puesto distante el fin de semana. Esperaba alguna respuesta del estilo "vamos demasiado rápido" o "necesitaba estar solo" o "no me gusta estar tan encima". Pero no. Me reconoció, sí, su distancia, pero la atribuyó a que simplemente "estaba haciendo otras cosas". Estaba entre amigos, en familia, descansando. ¡Estaba en otra! Y yo, mientras, pensando QUE CARAJO le había pasado.
Las mujeres, entonces, analizamos, pensamos, y mambeamos demasiado. Los hombres, más simples, se abocan a lo que hacen, con exclusividad. Y de la misma forma que desconectó el teléfono ayer, cuando me recibió en su casa, desconectan sus cabezas frente a cualquier otra actividad.
Sería bueno tener esto más en claro. Para, así, poder disfrutar también nosotras, con el celular apagado en el fondo de la cartera, sabiendo que en algún lugar del mundo el otro está, sin necesidad de estarnos encima.
¡Qué fácil que parece todo! Pero no lo es. Hoy, ya lo extraño.-

7 comentarios:

  1. y si Zahi... estaria bueno q vos tambien puedas estar en tus cosas... pero no te preocupes, parece ser un mal del género, jajaja... con los años una va aprendiendo

    ResponderEliminar
  2. siempre es difícil... algo que yo aprendí después de tantas cagadas jeje es que está bueno extrañarse...está buenísimo!!! es una sensación de dolorcito lindo, siempre y cuando una no se vaya de mambo, no? Yo creo que los hombres logran eso, disfrutar la distancia, no sólo para disfrutar de otras cosas, si no también para que el deseo se renueve cada tanto.

    ResponderEliminar
  3. Sí, toda la teoría suena bárbara, y hasta la predico, pero en la práctica.. ese dolorcito lindo es mas bien una profunda angustia. Tengo fé que en algún momento aprenderé a manejarlo.

    ResponderEliminar
  4. El deseo invade esta intranquila pipa de la paz mientras intento que los precoses venenos muerdan el solsticio de su cuello, por favor no intente aprender, no cuaje estas infatigables palabras, presas estas pérfidas improvisaciones se declaran
    Vericuetos de sal me dejan sus vivencias, logro imaginar miles de estocadas, dispuestas, ellas, a meter la pata. Propongo, ilumine estos cansados parpados, propongo se haga cargo de estas palabras, las suyas, tenga valor y acepte la cura, aplique los planteos básicos de la logoterapia sin huir a las respuestas, siempre sin miramientos, desconfíe de usted misma, hágame caso, perpetúe en sus tatuajes las escarchas de sus fatales interrogantes, promulgue desnuda los infatigables neceseres, esos en donde guarda la trocha inimaginable de la conchudez, esos que saben sus secretos.
    Como quisiera, pudiera sentir las palpitaciones de los boludos bíblicos, de los estoicamente torpes, los mamertos diplomados engalanados en serviles copas, amaría esos segundos en donde mire al espejo y se divierta.


    muchas gracias...

    ResponderEliminar
  5. y agrego: también está bueno preguntarse... por qué una siente esa "necesidad de estar siempre comunicados"... o ese "dolorcito lindo"... no está bueno "sufrir x amor" tener esa "dependencia"... la verdad es q es medio una cagada... pensemoslo...
    y corrijo: no fui aprendiendo solo con los años... fue con los años y mi análisis. Chau!

    ResponderEliminar
  6. zahi la verdad es que nosotras tmb vivimos con el cel porque nos encanta saber que hace todo el mundo y pensamos que nadie se acuerda de nosotras, aunque a veces sea cierto, yo creo que si le dieramos menos bola ellos estarian mas atras!

    ResponderEliminar
  7. Sophie! Claro que los tendríamos atrás si fuesemos un poco mas desprendidas.. a nosotras tambien nos pasa que si un flaco lo tenemos encima todo el tiempo nos resulta un goma.. la verdad que la histeria nos domina en partes iguales, siempre queremos lo que no tenemos. La solucion seria que todos estemos mas relajados y seamos mas honestos, la pregunta es, ¿se puede?

    ResponderEliminar