La cita fue genial. El chico, que llamaremos Auténtico, me hizo reír mucho, mucho, mucho, mucho, MUCHÍSIMO. Parece una persona honesta, desprejuiciada, realmente auténtica.


Cada uno llevó al otro a comer pizza al lugar donde consideraba las mejores pizzas de Buenos Aires. Él eligió un bodegón en San Telmo, de parados, con viejitos tomando moscato. Yo elegí Burgio, en el barrio de Belgrano, con azulejos de venecitas. Después fuimos a un bar de Almagro, tan pero tan porteño, con cerveza de litro y músicos tangueros de guitarra y voz pelada. Y a la vuelta, le quitó todo el romanticismo cursi al beso, pidiéndomelo entre risas y desestructuradamente. El beso no lo coordinamos mucho, pero fue muy largo, con música grasa en la Aspen, en la puerta de casa. Y me dijo que la quería una próxima cita.

Auténtico me gusta. Es la clase de persona que no creí que me fuese a gustar, pero estuve toda la noche queriendo besarlo, y entré a casa con una sonrisa en la cara y sumamente feliz.

Con que poco nos conformamos. Ahora, me pregunto, ¿volverá a llamar?.-

5 comentarios:

  1. Iupiiiiiiiiiiiiiiiiii... ojalé llame...pero si no lo hace...al menos le quitó la desesperanza a Zahi... Gracias Autentico!!!

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  2. que buenoooooooooooooooooooooo!!!!!!!!!!!!!!!!
    te mereces un autentico!!! :D

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  3. aguante Auténtico!!! ya soy su fan!!!
    no te conformás con poco, lo que te dio esta cita fue mucho, Zahi...pensalo
    besos ;)

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  4. ME HIZO REIR, y eso es lo que vale. Quién me lo dijo? "con los años, empezas a entender que lo importante es que te haga reir..". Fue mi profe de canto.

    Hoy hablamos por mensajitos de texto!! ja.
    me siento una quinceañera :)

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  5. Sí.
    Pero eso lo sabíamos cuando empezamos.
    Bueno, en realidad cuando empezamos pensábamos que eran difíciles cosas que ahora nos parecen una pavada XD

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