Definitivamente no voy a conseguir chongo yendo a bailar. Me parecen todos muy nabos. Perdón por todos ustedes seres del sexo masculino que van a bailar, pero debo advertirles y no a modo despectivo sino a modo de consejo, que están muy nabos.


A ver. Ir a bailar ya de por sí es una situación bastante incomoda para el ser humano. Venís de la calle muerto de frío y de repente te metes en un lugar mínimo donde hacen 37º con 98% de humedad. Estás parado como un tarado todo apretado durante varias horas partiéndote los oídos, te estás fumando tu pucho y todos los puchos de todos los otros tarados que están parados como vos. Y encima estas tomando una bebida que le hace mal a tu hígado, a tus actos reflejos, a tu fuerza de voluntad y a tu memoria a corto plazo. O sea, más tarado todavía.

A toda esta situación ya se por sí bastante incoherente, porque hay que ser incoherente para sufrir todas esas agresiones al mismo tiempo, supongamos que Dios le dio a tus padres el honor de tener un hijo varón.

Para empezar, vas a caer al lugar mínimo en un auto que con suerte será tuyo, rodeado de tus amigotes en el caso que los tengas. Reggaeton o electrónica al mango. Ruido de motores. Seguramente pienses que sos piola, pero no, amigo. Te aviso que sos un REVERENDO NABO. En el segundo de los casos, caerás en taxi o bondi, con un punto a favor por evitar esa entrada deplorable. Una vez adentro lo primero que haces es darte cuenta que el bucito te lo vas a meter en el tuje, por que ni loco pagas dos pesos de guardarropas, y no fuiste lo bastante piola como para dejarlo en la guantera. Entonces, bucito bajo el brazo, te dirigís antes de mirar siquiera a la promotora de Speed, directamente a la barra a cambiar la consumición por una cerveza, comprar un frizze, pero sobretodo si sos muy decadente, vas a comprar champagne solo para tener una botella en una hielera y sentir que sos pro. Te aviso, querido, pro no sos. Seguís siendo el mismo REVERENDO NABO que estacionó con la música al mango.

Pasan las horas. La camisita que te pusiste, con rallas, se va empapando, tu cara derrapando, la billetera adelgazando a causa del alcohol, y por la misma causa empezás con esa costumbre que me recuerda cada sábado por qué estoy sola. Me verás pasar y tus frases serán:
“Que lindo que te queda el pelo corto”
“Celesteeee..”
“Araceliiii...”
“Winonnaaaa..”
“¿Zahira? ¡Como Zaira Nara!”
Ya diciendo esto no tenés remo amor. O sea seguí circulando porque, después de ocho años con el pelo corto, todos los otros tarados como vos me tienen harta siempre con lo mismo. Parece que cuando nacieron le repartieron a cada uno de ustedes las mismas dos neuronas que funcionan generando los mismos comportamientos.

Ahora. Supongamos que alguno recibió, no sé, en lugar de dos, SEIS neuronas, y entablamos en medio del quilombo preseado y perreado una conversación. De cualquier cosa. Hablamos menos de diez minutos de algo copado. A ver. CHARLAMOS, que quede claro. En algún momento se producirá el silencio, entonces cual nabo que sos, me vas a mirar la boca, estirarás el cuello, y tratarás de darme un beso. ¡Error! ¿Por qué hablar conmigo cinco o seis minutos te hace suponer que quiero darte un beso? ¿Hablar solamente se convirtió en el nuevo indicio de que queremos besuquearnos? ¿Tendríamos que darle un beso al quiosquero cuando le compramos puchos, al chofer del 42 cuando le indicamos que vamos hasta Ciudad, al cajero del súper de la esquina, simplemente por que hablamos? Entonces, obviamente, te correré la cara, o te frenaré empujándote levemente el pecho, te diré que no, por que no, por que no quiero. Y bueno, te irás diciendo “histérica” por lo bajo.

Cinco y cuarto de la mañana. La mitad de la gente se fue, algunos están apretando, la mayoría da lástima. Me duelen las piernas. Busco el saco del guardarropas, salgo a la calle y tomo un taxi.

Otra noche con misión fallida.-

3 comentarios:

  1. Lo que pasa es que, por empezar, vas a lugares de mierda, que no son para vos. Porque si realmente no te sentis cómoda, asinandote en un lugar, con la música al palo, para que vas? para chongear? y si asi es, porque no lo haces? Y si no es asi, entonces, para que vas?
    Uno tiene que salir a divertirse, y divirtiendote vas a encontrar algo, que valga la pena mas que un polvo que limpias con papel higenico.
    No le digas misión fallida, a algo que nunca fue una verdadera misión, pq el lugar no es para vos, la gente no es para vos, la musica probablemente tampoco sea para vos, entonces, partamos de la base, que te mandaste en una misión cualquiera.
    Por seguir, es entendible tu postura, porque todos estuvimos ahi, y no hace falta ser mujer con 8 neuronas para entenderla, yo soy hombre, y sin embargo coincido en gran parte en las cosas que decis, porque asi como soy hombre, reconozco mis cualidades para nada mágicas pero si naturales que poseemos.
    Al margen, es increible tu resignación al punto tal que te olvidas de tus propios estándares, que logran escaparse en tu monologo, donde, pretenciosamente, caer en bondi o taxi, lo catalogas como algo "deplorable".
    Amor, todos nos resignamos, pero por favor, amor, tenete un poco de amor, y no vayas a un lugar donde sabes, sabes y sabes, y sabes un poco mas, que no es para vos.
    El baile solía ser una distención o un rezo, hoy en lugares como los que describis, por los cuales yo también pase, y cada tanto, uno lastimosamente se ve obligado a caer, ya no es nada de eso, es lo mas parecido a una ensalada de frutas y verduras todo junto, con un poco de mayonesa y dulce de leche por arriba.
    Todavía se puede conseguir chongo yendo a bailar, el día que empieces a ir a divertite y no a buscar chongo. Los chongos siempre están. Así, como las que los buscan.
    Sin más, hola.

    ResponderEliminar
  2. Puede ser que me esté equivocando de lugar, y seguramente también de intención. Las cosas llegan cuando menos se buscan, dicen. Yo creo, igualmente, que llegan cuando uno está listo para recibirlas, y cuando las desea profundamente.

    Una aclaración: lo "deplorable", para mi, es caer en un auto haciendote el canchero. YO viajo en taxi y colectivo, y adhiero a quienes lo hacen igual.

    Chau, digo, hola.-

    ResponderEliminar
  3. Es así, como un poco de todo, que las cosas llegan cuando menos se buscan, porque es ahí cuando uno esta listo para recibirlas.
    Es como cuando decís, listo, terminé, ahora puedo hacer mis cosas estoy tranquilo/a. Es en ese momento de tu vida, que algo va a pasar y cambiartela toda.
    Por el momento, disfrutemos de ver como el chongerío extremo derrapa en su propia mugre, mientras los resignados de la situación nos dignamos a escribir a través de computadoras que nos hacen sentir más unidos, cuando en realidad estamos más lejos.

    Vale la aclaración. ;)

    ResponderEliminar