He llegado a un momento en mi vida donde el alma me pide a gritos un cambio. Momento donde cierro una etapa. Pensé, entonces, en las rupturas. En los duelos, en lo que cada uno necesita cuando termina esa relación, larga o corta, intensa o leve, sana o conflictiva. Y si hay algo que acordamos todos es que cada uno lo procesa distinto, pero tenemos algunos puntos en común.

Lo primero a definir es si sos el dejado o el dejador. El dejado, por lo general, dramatizará más la situación, mientras que el dejador lo tomará más relajado y naturalmente.

Digamos que te han dejado. Digamos también que sos mujer. Tu primera reacción es la negativa y la incredulidad: "no puede ser", "es una joda", "esto no me puede estar pasando a mí". Llamarás, entonces, al dejador, diciéndole "dejate de joder y vení a buscarme a las ocho que tenemos el cumple de fulanito", a lo cual, el dejador, te dirá que NO lo entendés, que esta vez es enserio, que no lo llames más y que el cumple de fulanito te lo metas en el toor. Después de asistir sola al cumpleaños, y corroborar la falta de llamados, mensajes, o señales de vida del otro, empezás a resolver que capaz que esta vez iba enserio. Que capaz que esta vez no te va a llamar arrepentido, ni se va a aparecer en tu casa con la cartita y el chocolatito, ni con la entradita al cine, ni con el peluche. Entonces te encerrás en el baño con el celular entre las garras, y llamás UNA POR UNA a todas tus amigas, para quemarles la cabeza con anécdotas insignificantes, peleas lejanas, y conclusiones ridículas, y comenzarán los interrogantes. ¿Por qué a mí? ¿qué hice yo para merecer esto? ¿habrá conocido a otra? ¿si hubiese hecho lo que quería, las cosas hubiesen sido distintas? Aparecen entonces los primeros llantos, tímidos al principio, luego un poco más desgarradores. Llantos cargados de porqués, llantos que tus pobres amigas, que te entienden, pero no dejan de pensar que sos una exagerada, se van a tener que fumar.

La siguiente etapa, una vez pasada la primera desesperación y el "ME QUIERO MORIR" o, en su defecto, "ME MUERO", corresponde a la bronca y el rencor incontrolables. "Ese hijo de puta", "le voy a hacer la vida imposible", "no sé que hice tantos años con ese pelotudo". Tus ojos emitirán chispas cada vez que lo nombren. Entrarás, igualmente, y de forma regular, a su Facebook, para ver que mierda está haciendo de su vida, y en cada foto que veas defenestrarás contra él diciendo que está perdido sin vos, que la nueva novia es una tilinga, que es tan pelotudo como los amigos y que te da vergüenza ajena. También es muy probable que, si no te borró del msn, le hablés para pelearlo y decirle que te hizo un favor al dejarte. Y, si sos extremadamente neurótica, todo eso se lo vas a decir por teléfono, llamándolo con la excusa que te devuelva tus fotos.

De forma paralela, comenzarás a hacer todo eso que él te criticó todo ese tiempo, o que no te dejó hacer. Vas a vestir provocativa, te emborracharás cuando salgas, te chaparás a cualquier tarado que te cruces en cualquier lado, vas a coquetear con el cadete de la oficina. Y conjuntamente, vienen los cambios: adelgazás, o engordas, te teñís el pelo de rojo cucaracha, te hacés las tetas, empezás un curso de clown, canto, o danzas africanas, cambiás de trabajo, de casa, de amigos, de manera de vestir. En apenas unos meses, ¡sos otra! Y esa otra que sos te empieza a gustar. Empiezan a desaparecer las broncas, y empezás a divertirte más autentica y sanamente. Te reís más, y pensás menos en Él. Lo borrás del msn, del Facebook, borrás sus números de tu celular, tirás los recuerdos que tenías de él, y un día, de repente, te levantás y te das cuenta que el día es hermoso. Ese día, querida, ¡superaste la ruptura! Te aseguro que comenzará la mejor etapa de tu vida.

Hasta que un día.. te empezás a sentir sola. Y querés estar de novia. ¡Carajo! Nada te viene bien. Y ya no querés ir a bailar, sino quedarte en casa mirando una peli abrazada cucharita con alguien. Entonces, querida, CAGASTE. Porque en ese momento, que estás tan vulnerable, corrés el riesgo de agarrarte a cualquier cosa. Al primer pelotudo que se te cruce y que te haga creer que te puede amar. Y de repente te ponés de novia con ese pelotudo, para cagarte, nuevamente, los próximos meses o años de tu vida.

Chicas. Y chicos, también, por que no. Háganme caso. Disfruten la soltería, que es fantástica. Y no se prendan del primer espécimen disponible por que LES VA A IR MUY MAL, lo aseguro.

Por experiencia propia, digo.-

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