MTH resultó ser divino. Compró capuchinos, chocolate, y fuimos a ver teatro ciego (recomiendo La Isla Desierta, en el Konex). Después fuimos a comer. Hablamos un montón y de todo. Se lo notaba nervioso, intimidado. Me acompañó a la parada y me mandó varios mensajes después, mensajes cargados de inseguridad pero donde manifestaba sus ganas de volver a vernos. Todo bien.

Pero.

Pero.

Pero, siempre hay un pero.

Hay algo acerca de la atracción que uno no controla. A uno lo atraen ciertos estereotipos, ciertos patrones, que a veces ni siquiera conoce, pero que se repiten y reiteran. Y de la misma forma uno atrae siempre el mismo tipo de gente. A mí, particularmente, me gustan los aparatos, que transmitan seguridad, comodidad, que den la sensación de que uno podrá descansar junto a esa persona (habría que ver qué está oculto detrás de esa elección inconsciente). Por otro lado, yo atraigo, siempre, pero siempre, gente con todas las chances de ganarse el premio al más bueno, al más inseguro, al menos seductor. Y eso, ¡no va! Pero es acá donde quiero hacer una observación.

Hay gente buena y gente mierda. En eso estamos de acuerdo. No juzgo los motivos que tendrá o no cada uno para ser bueno o mierda, pero convengamos que todos se pueden clasificar en esos dos grandes grupos. Ahora, trasladémoslo a la conquista, la búsqueda, la atracción. Funciona para ambos lados de la misma forma, hombres y mujeres. Veamos.

Aparece un tipo bueno, que te quiere, que te admira, que le parecés hermosa, que es laburador, estudioso, de buena familia, con buenas costumbres, buenos modales, y grandes proyectos de familia, amor, y armonía. Al mismo tiempo, tenés del otro lado al señor canchero, con un auto tuneado que le compró el padre, lookeado para llamar la atención, desubicado, pajero, mujeriego, vago, con junta de mierda, loco, no trabaja ni estudia, lo único que proyecta es irse de vacaciones a San Bernardo con los amigos para levantarse pendejas. Y una tiene que elegir. Lógicamente, uno diría "elige al bueno". Pero NOOOOO!! ¡¡ERROOOR!! Una NUNCA elige al bueno. Una SIEMPRE elige al canchero. Y al bueno, por si acaso, lo tiene de amigo, para tener con quien ir al cine de vez en cuando, quien le venga a arreglar la PC cuando colapse, y quién la escuche cuando el mierda la deje a una, tan buena como es, por una zorra malparida que tenía un lomazo bárbaro.

Ahora digamos que sos hombre. Tenés, por un lado, a una chica de buena familia, tranquila, de su casa. Vive en familia, tiene sanas amistades que cuida y cultiva con toda dedicación. Estudia, tal vez trabaje. Es discreta para vestirse, agradable, ubicada, dócil. Es la chica que cualquier chico querría de novia. Y por otro lado tenés a, como diría mi amigo B., una "guerrera", de calza y tacos, extensiones, fiestera, descontrolada, tiene millones de amigos y conoce a un públicas de cada boliche. El celular y el Facebook le revienta a mensajes de chongos. Histérica como sí sola, y gata flora. Una impresentable. Pero vos, machito argentino, ¡la elegís! ¡¡Solamente porque tiene buen culo y es ampliamente accesible!! La vas a presentar a tus amigos para que vean la BESTIA que te estás agarrando. Pero simultáneamente, a la primera, la buenita, la vas a mantener al hilo, ilusionada, en buenos términos, para que en los tiempos de sequía tengas a quién invitar a casa a "mirar una peli".

A ver. Todo esto venía por mi cita de anoche. Aclarado lo anterior, podrán presumir que MTH no me gustó. Demasiado bueno para mi gusto. Pero, le dije que podíamos volver a salir.

Siempre es bueno tener a alguien que te arregle la PC. ¡Ah! Estudia ingeniería en informática, ¿les dije?.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario