Dos cosas. Una, acerca de Freak. Otra, acerca del Chico de las Cinco y Cuarto.

En cuanto a Freak, hoy mi amiga Noe R. (que hace unos cuadros de pop art espectaculares), me preguntó en que había quedado eso. Nunca lo aclaré. El lunes siguiente a nuestro encuentro en The Roxy, día que nos encontraríamos nuevamente para ver a Santi y La Grande, el señor en cuestión me mandó un mail en un español tan mal redactado como conferencia de Tevez, aclarándome que no iba a poder ir. Que le habían pedido unos diseños de Brasil. Que lamentaba no poder concurrir. Malísimo, pensé. CHAMUYO. Pero vamos a pinchar una vez más. Jueves siguiente, le aviso de un concierto de Puente Celeste y de una noche de jazz donde podíamos vernos. Volví esa noche a casa, sola, claro, y vía msn aparece este personaje informando de la llegada de unos amigos suyos del país de la alegría y que estaban festejando. Freak, adiós.

Chico de las Cinco y Cuarto. Hoy me habla por msn, nuevamente, preguntando cuando íbamos a vernos. “Que bueno” pensé. Una cita. Pero no. NO. Este chico quería invitarme a la casa. A ver. Aclaración a los extraños seres del sexo masculino. YO NO VOY A METERME EN LA CASA DE NINGUNO DE USTEDES HABIENDONOS VISTO UNA SOLA VEZ. Amigo, ponete con una cena, un cine, una cervecita con picada, mates en Parque Rivadavia, ¡¡¡ALGO!!! ¡¡DEMOSTRÁ INTERÉS!! Y si no es genuino, al menos fingilo.

Ahora, yo pregunto, ¿dónde quedó la conquista?.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario